martes, 6 de diciembre de 2011

Achaques

Me miro en el espejo y no me veo, recorro mis fracciones con lentitud, mis ojeras son más marcadas, estoy más pálida y la cara está algo demacrada, ya no soy yo.
"Hace horas que te has ido y ya deberías haber vuelto", me repito una y otra vez mientras de mis ojos escapan lágrimas.
¿Estoy enfadada?, ¿ Dolida?, ¿Disgustada? ¿Cómo se siente alguien cuando la mienten? Realmente no lo sé, no sé nada por una vez en mi vida.
¿Dónde se va la confianza y la felicidad cuando alguien te falla? ¿Se recupera? Demasiadas preguntas golpean mi cabeza estampandome contra el suelo y reteniendome ahí tirada mientras me insulta y humilla.
¿Que estoy haciendo?
Me cuesta mirarme al espejo, verme reflejada y no reconocerme. Que hace apenas unos meses aun sabía lo que era no necesitarte, no depender de nadie y ser solo una cría jugando a ser adulta entre risas.
Hace demasiado que no me río a carcajadas, hace demasiado que no veo amanecer en el capó de un coche con viejos amigos y charlas nocturnas infinitas, hace mucho que no me siento aquella niña que superaba su gran ruptura de amor entre escritos y tu voz.
Hace mucho tiempo que no soy yo.
¿Quién soy?
¿Qué estoy haciendo?
¿Qué estamos haciendo?
Te miro... y... no veo nada...
¿Es eso amor?

sábado, 12 de noviembre de 2011

Selene

Aquella noche el aire volvía a estar cargado de perfume que provenía de la vieja fabrica.
Respiró profundamente.
- Me gusta este lugar, ¿Sabes?, todas las noches se respira el mismo aire cargado de perfume.
- ¿Y no es así en todos los lugares?
Él negó con la cabeza.
- De donde yo vengo... El aire siempre huele a pólvora...
- ¿Pólvora?
- Si, verás... A las afueras de mi ciudad, existe una gran fabrica de pólvora que, aunque ya esté cerrada desde hace muchos años, una vez al año sigue lanzando al cielo los mejores cohetes que puedas imaginar.
- ¿Y como es eso posible? - Preguntó ella algo confusa.
- Porque el dueño de la fabrica aun sigue creando pólvora aunque la fabrica esté cerrada... Verás, hace mucho tiempo, el fabricante era famoso en todas las ciudades vecinas por su magnifica pólvora. Aunque, él no lo hacía por venderla, lo creaba por su hija, ella adoraba las luces que era capaz de crear aquel viejo loco.
Pero un día, la niña enfermó, y el fabricante empezó a descuidar su trabajo para cuidarla noche y día.
Hasta que una noche, exhausto, se acercó a su hija y desesperado la preguntó que podía hacer para verla feliz ya que ella apenas tenía fuerzas para sonreír. Ella solo dijo una palabra: Pólvora.
Aquella noche, mientras ella dormía, el padre comenzó a diseñar exclusivos cohetes, todos para su hija.
La noche siguiente, salieron los dos al jardín para ver el espectáculo.
Cuando el espectáculo de luces terminó, el fabricante se dio cuenta de que ella tenía una sonrisa en los labios, pero su corazón ya no latía.
Desde aquella noche, todos los años, para el cumpleaños de su hija, el espectáculo de luces baña la cuidad, y el último cohete siempre es el mismo, el retrato de Selene.

Locura

En ese ínfimo resquicio de cordura diré que la amé. No con un amor alocado y jovial, ya nunca fui más que un picapleitos tímido y algo arrogante, me refiero a un amor eterno. Aquel amor que descubrí en una tarde de palabras y frases orgasmos.

jueves, 20 de octubre de 2011

Siempre...

Siempre te recordaré...

Ojala

Ojala que te despiertes en una cama que no es la nuestra y sientas ganas enormes de llorar
ojala que beses bocas y que ninguna entiendan tu manera de hablar
ojala que al hacerlas el amor solo sepas gritar mi nombre
Que te dejen porque no puedes olvidarme
Que te quedes solo
Que te hagas viejo...
Ojala que al encontrarnos no me puedas ni mirar
ojala que extrañes mi aroma al dormir
que te des cuenta que la vida se acabó para ti

domingo, 16 de octubre de 2011

NO más cuentos de hadas

Cuando era pequeña siempre solían contarla la misma historia, de una pareja que lucho contra cielo y tierra por estar juntos, era mejor que la historia de Romeo y Julieta que todos conocemos ya que ellos si acababan juntos. A ella le encantaba quedarse dormida pensando que ella también tendría esa misma historia, la de sus padres.
Dos personas luchando contra dos religiones, dos países, dos etnias totalmente distintas.
Escaparse de casa, casarse en secreto, vivir donde se pudiese, una mítica pelicula americana en la que tiene final feliz.
Sus padres, dos personas luchando por sacar adelante tres hijos en una casa donde al llover, las goteras estaban por todos lados.
Una lucha por una casa digna, una vida digna, un negocio propio y tres hijos sanos, listos y con futuro.
Lo que aquella niña no sabía, es que los cuentos son eso, cuentos... Y las realidades son otras muy diferentes.
Lo que ella no sabía es que se vería sola con un padre, haciéndose mayor, trabajando en aquel negocio, en aquella vida que no la pertenecía y viendo como el príncipe de aquella historia que tanto idolatraba, se quedaba solo, esforzándose en crear una sonrisa para sus hijos mientras por dentro se moría mientras releía las últimas palabras que su amada le dejo: " Entre nosotros no hay amor, no hay nada".
¿Qué podía esperar ella del amor si ya ni aquella historia tenía sentido?
Lo que nadie se pudo imaginar es que aquella princesa del cuento, había destrozado una familia entera... un reino, unas vidas.

miércoles, 12 de octubre de 2011

date cuenta

Desde que eres pequeña, tus padres siempre se encargan de decirte como pasa el tiempo mientras te miran con ternura y recuerdan que hace dos días, eras una niña intentando dar sus primeros pasos.
La verdad es que siempre aprendí rápido a hacer cualquier cosa de la vida, creía que si aprendía rápido, la vida ya no me sorprendería ni me daría un solo palo, pero me equivocaba.
Cuando llegas a una edad, te das cuenta tu misma del paso del tiempo y echas la vista atrás para darte cuenta de que todo aquello que soñabas conseguir y ser, no has llegado a la mitad, que te consuelas diciendo que aun te queda mucha vida y que lo conseguirás, pero no nos engañemos.
Los sueños cambian, la vida cambia, para que engañarte, quizás porque nos vamos haciendo adultos o porque los sueños que teníamos solos, ahora hay que amoldarlos a dos personas y claro, se complican cuando esa persona no puede seguirte o no quiere hacerlo.
Que era muy sencillo decir que queríamos ser de mayor y pensar que un día nos despertaríamos y lo seríamos, que decíamos que estudiaríamos tal y cual carrera y te encuentras contra un muro y unos padres insatisfechos con tus resultados, que te encuentras un día levantándote temprano para trabajar mientras haces malabares para acabar unos estudios.
Que llegas una noche, después de todo el día fuera de casa y te preguntas de verdad que has hecho con tu vida.

Odio despertarme siendo aquella persona que dije que jamás sería...

Veneno

Creíamos que el dolor se anestesiaba cuando nos encontrábamos juntos, cuando los golpes y las lenguas de serpiente no nos mataban con su veneno, pero nos equivocábamos.
El veneno paso a formar parte de nosotros hasta tal punto, que escupíamos en cada palabra gotas de él, nos dañábamos con sucias palabras que jamás hubiesen salido de nuestras bocas y no lo supimos ver hasta el final.

domingo, 18 de septiembre de 2011

En cuanto al tiempo

Sería la primera vez que se encontraban, allí, uno al frente del otro y no se besaban, no se encontraban uno al lado del otro.
- ¿Tan mal lo he hecho? Dime enserio, ¿lo he hecho tan mal para no merecerme otra oportunidad?

Ella lloraba en silencio, claro que no lo había hecho tan mal, había sido feliz a su lado, pero siempre había algo que lo estropease, algo que la hacía volver a sentirse sola, volver a sentir que él la había fallado.

- Sara, dime algo, di lo que sea... No puedo perderte, no puedo imaginar no estar contigo... ¿No te das cuenta que eres la única persona con la que quiero estar?

Ella se dio la vuelta para irse en silencio, pero él la abrazo por la espalda.

- Sara, por favor... Contigo he aprendido que es querer a una persona, he aprendido a amar, a pensar en nosotros y no en mi... No te das cuenta que no quiero una vida sin ti, que no veo un futuro sin ti. Sara, SARA, dime algo, dime que quieres como lo hacías antes, cuando mis manos te recorrían sin pudor, cuando dormir abrazados era más importante que cualquier cosa.
Dime que a sido de ese futuro que planeábamos juntos, ¿Recuerdas?, vivir juntos en cualquier lado, pero al fin de al cabo, juntos.

Ella se giro para mirarle, trago saliva mientras reprimía el enorme nudo de su garganta.

- ¿Por qué lo haces tan difícil?

- Porque me niego a perderte...

Se miraron y ella esbozo la sonrisa más triste que él nunca vió.

- No es que no haya sido feliz, claro que lo he sido... Pero siempre que va bien, la acabas cagando por cualquier idiotez, estoy cansada Miguel, cansada de ser paciente contigo, de que no me amargue el ser tan diferente y chocar tanto, que no me afecte el hecho de que tú eres un niño que aun tiene que crecer, y yo soy una adulta, desde hace tiempo... Crecí, Miguel, me obligaron y tú sigues siendo un Peter Pan que no quiere crecer...

- No es que no quiera, es que me da miedo, me gusta como soy, pero, ¿No te das cuenta? desde que estoy contigo he aprendido, he aprendido a ser responsable, a saber que las obligaciones hay que tenerlas y hacerlas, he aprendido a que no puedo ser tan distraído y tengo que repartir mi tiempo, pero tu también has aprendido...

Se quedaron en silencio y ella comenzó a sonreir mientrás miraba a la nada, de sus ojos seguían saliendo lágrimas. Le miró.

- He aprendido sobre el tiempo... Toda mi vida me han obligado a repartir mi tiempo, a no perderlo en dormir, o en cosas que en el futuro no servirá, de nada. A no perderlo en chicos que luego solo me darán dolores de cabeza en vez de alegrías... Pero entonces llegaste tú, y me enseñaste que el tiempo no se pierde, se aprovecha en cosas que aunque no sirvan para el futuro, son placenteras en el presente que realmente es lo que importa, eso que vivimos y que nos esta haciendo felices. Me has enseñado que el tiempo no se pierde mientras duermes, no mientras lo haces con la persona que amas, porque no hay mayor placer que dormirte abrazada al amor de tu vida y despertarte junto a él. Me has enseñado que el dinero esta para gastarlo, aunque sea en chorradas y eso te hace feliz y realmente lo quieres. Me has enseñado que aunque tarde dos horas y media en llegar a tu casa, incluso cuatro si hacemos el trayecto largo, merecen la pena si estamos sentados uno al lado del otro. Me has enseñado que de un papel podemos tener un conejo, una grulla o una flor de iris.
El tiempo no se pierde, pasa mientras creamos recuerdo, sueños y planeamos futuros que por muy inciertos que sean, nos hacen felices.

- Te quiero.

domingo, 11 de septiembre de 2011

En cuanto a los artistas y su inspiración

La inspiración se asocia a un brote de creatividad irracional e inconsciente. Literalmente, la palabra significa "recibir el aliento," en las primeras discusiones sobre la naturaleza de la inspiración destacan como importante tanto los aspectos rituales como los orígenes divinos del aliento de un dios.
Hoy día, los artistas suelen hablar de la inspiración como algo de carne y hueso, y realmente muchas veces lo es, otras es un solo sentimiento, una sensación que nos hace expresarnos, desahogarnos hasta poder respirar un poco más tranquilos.
No digo en absoluto que sea una artista, a menudo me lo dicen y lo cierto es que solo soy un intento de ello, una aprendiz que intenta crear algo lo suficientemente hermoso con todo lo que guarda dentro.
Todos tenemos una inspiración, generalmente suele ser un sentimiento.
El mio es la tristeza, y es tanta mi inspiración con ella que he llegado a un estado de furor poeticus en el que hasta los más grandes escritores han podido ver algo en mi, un diamante todavía por pulir.
Me resulta bastante cómico que mi época de felicidad haga escasear mis ganas de escribir, de crear arte, de extirpar una pequeña parte de mi en un papel, en una pagina web, en un acorde de la guitarra, en un lienzo.
Si, quizás tenga algo de artista, o quizás solo soy una aficionada que busca una vía de escape, un momento para respirar y decir, "me quedo aquí, no quiero nada más".

martes, 23 de agosto de 2011

23 de Agosto

¿Una vida desprovista de problemas?
Menuda odisea del ser humano esa de buscar la autentica y gran felicidad mientras perdemos las pequeñas utopías que nos regala la vida.
Pequeños placeres que caben en una vieja lata de galletas, pequeños momentos que se inmortalizan en una foto desenfocada, pequeñas miradas de dos enamorados que se acallan en sus propios miedos, en sus propias dudas.
Que la vida es corta, bien me dijeron. Me reencuentro asustada con 20 años, sabiendo que quizás solo me queden 20 años más, la mitad de mi vida desperdiciada en los errores de una inmadura frívola y escéptica, con más miedo en la sangre que la propia.
Paupérrimos los ánimos desvanecidos en el tiempo, aletargado los recuerdos que luchar por llegar a la mente.
Mucho tiempo de vida ya, muchos errores que remendar, muchas vidas que arreglar, muchas heridas que curar, mucho... muchísimo que hacer.
Y de repente, aparece ese sentimiento que creías olvidado en una vida pasada, ese que intentabas no recordar, y ahí, te das cuenta de que quizás, la palabra felicidad se quede corta al lado de esa persona.

domingo, 31 de julio de 2011

despedida

Noche de despedida, de sueños rotos y amores que se olvidarían con el tiempo.
Él se desdibujaba a medida que bajaba por su cintura. La luz de las farolas que entraban por la ventana reflejaban una silueta femenina, ardiendo en el deseo de ser agitada, de ser movida, de que ese ser que la abrazaba, la poseyera en aquel instante.
El titubear de los besos, de dos labios que recién aprendian a besar, el roce de las manos que se entrelazaban mientras dos miradas complices brillaban en la noche.
No se oía nada, ni un ligero suspiro que  saliese de sus bocas, el ruido había muerto o quizás era el tiempo que se había parado para solo dos, para una noche que anunciaba despedida y deseo, lujuria y añoranza. Una noche que se tatuaba en sus entrañas.
Aquella noche fue la ultima que se vieron, pero lo que nacería en 9 meses, eso ya estaría con ella el resto de su vida.

domingo, 15 de mayo de 2011

Ella necesitaba escapar de esa realidad que la desgastaba y atormentaba. De un pasado dolorosamente vivo y un futuro atormentadoramente incierto.
Quizás el presente no estaba del todo mal, escapar de algo que por poco la mató, de un amor que sabía perfectamente que amaría para siempre y que, aunque ahora quisiera volver a estar presente en su vida, ella se había hecho fuerte con cada caída, con cada desprecio, con cada ausencia.
Un presente pausante, con altibajos no tan malos al fin de alcabo.
Muchas sonrisas ultimamente, algún enfado, algún que otro polvo de lunes a viernes y unas amigas que estaban demostrando que estarían ahí en las buenas y en las peores.
Lo que si la estaba sorprendiendo, era ver como todo había cambiado, que había madurado demasiado. Los hombres se presentaban como meros niños de 15 años queriendo jugar y dejar claro quien tenía la sarten por el mango, pero esos juegos ella ya los pasó hace tiempo, sabía jugar muy bien a esos juegos, quizás podría decirse que ella lo inventó.
Quizás el futuro ya no estuviese tan lejos, pero nada era ya lo suficientemente malo, como para volver a dejarla agonizando.
Quizás ya había aprendido a vivir... Ahora la quedaba empezar a enseñar a otras a vivir y a los hombres, quién dictaba las normas.


No es una experiencia mía, hoy va dedicado a una buena amiga, Lucía, y a su extraordinaria vida... Siempre has sabido sobrevivir, es lo que más admiro de ti.

sábado, 14 de mayo de 2011

Que no sabes lo que duele discutir por tonterías, vernos mal y no ser capaz de hablar las cosas, de sentarnos como dos personas adultas, se supone que eso es lo que somos, adultos.
Quizás la culpa sea mia, por mi tolerancia cero, o quizás tuya por tomarse demasiado enserio las cosas, pero sea de quien sea, esto se nos esta hiendo de las manos.
Y quizás mañana sea demasiado tarde para hablar y arreglar todo esto que a nosotros, por muy absurdo que fuese, nos ha hecho felices...

domingo, 1 de mayo de 2011

25 de abril




El café era más amargo que de costumbre, quizás porque sabía a despedida...
Habían pasado unos días de en sueño el uno al lado del otro, pero era la hora de volver a la realidad.
Se vistieron con calma y en silencio y bajaron a desayunar, ella mantenía una sonrisa para evitar echarse a llorar.
Cogió su maleta, no sin antes haber dejado notas por toda la habitación y haber vuelto a pegar las estrellas de papel que se habían caido de la estantería.
Su padrastro los acercó a la estación, aun quedaba 1 hora para que el tren saliese y decidieron caminar hasta el parque, todo seguía silencioso, como si el mundo contuviese el aliento, como si nadie se atreviese a anunciar aquella despedida.
Se amaron por última vez en ese parque y cogieron aquel tren.
Se mantuvieron distantes, frios y algo cortantes. Desde que habían empezado a salir siempre eran así en cada despedida, quizás para evitar hacerse mñas daño.
La estación de autobuses estaba abarrotada de gente, pero ella no oía el barullo de la gente, solo oía como su corazón latía más fuerte, estaba gritando, gritando en silencio.
Le vio llorar, era raro ver llorar a un hombre, pero siempre se enternecía al verle.
- No llores, volveremos a vernos pronto.
Pero realmente eso no es lo que quería decir, estaba gritando, gritando en silencio : " ¡NO DEJES QUE ME VAYA!"
Subió al autobus y se sentó, ¿Donde estaba? Se había marchado corriendo para evitar seguir llorando.
El autobus arrancó, ella seguía buscandole con la mirada.
Estaba gritando, gritando en silencio:
¿DONDE ESTAS?
¡NO DEJES QUE ME VAYA!
¡POR FAVOR!
¡VUELVE!
¡NO QUIERO IRME!
¡NO ME DEJES IRME!


Pero él ya no estaba, y ella se marchó...
¿Dónde estabas?
Aun sigo buscando respuestas.

jueves, 28 de abril de 2011

El amor

Uno aprende de caídas, al menos es lo que quiere creerse, porque sin realmente aprendieramos de ellas, no volveríamos a enamorarnos nunca.
El amor siempre ha sido la mayor caida de todas, y aun teníendo todos los huesos y musculos rotos, volvemos a enamorarnos, nos curamos y volvemos a ver el lado más dulce de la vida.
Es increíble como algo tan fuerte, puede llegar a ser lo más maravilloso y lo más temido por todos.
Porque cuando te enamoras, todo, absolutamente todo, gira en torno a esa persona. Los besos son los mejores que has probado, aunque haya habido mejores, los abrazos los más cálidos e incluso las palabras...
Pero siempre es un prologo anunciando lo más amargo de la vida.

miércoles, 27 de abril de 2011

sueños

Estaba tan sumido en sus pensamientos que no se dio cuenta de que aquella chica parecía bailar sobre el viento. Se deslizaba sinuante sobre las ramas de los arboles más bajos pero más fuertes, era una atracción hipnotica.
- ¿Se puede saber que haces ahí subida a estas horas de la noche?

Ella siguió deslizandose hasta dejarse caer del arbol, se sentó a su lado en silencio y lo miró fijamente mientras sonreía.
-Calla, es tarde como para que hables tan alto, vas a despertarla - Dijo susurrando mientras apoyaba la cabeza en su hombro.
- ¿Tarde para despertar a quien?
- A la luna, esta noche duerme placentera mientrás el viento le susurra palabras de amor.
La miró son creerse lo que acababab de oir, ¿Estaba loca? Realmente no le importaba.
- ¿Quién eres?
Ella sonrió y le besó.
- Soy quién llevas esperando tanto tiempo, soy el motivo de tus lágrimas. Soy esa a la que en sueños llamas amor...

Le beso y antes de que él pudiera decir nada, volvió a subir entre las ramas, desapareciendo de su vista.
Él aun sueña con ella.
Cuando era pequeña, me gustaba pensar que los errores con el tiempo se acaban olvidando y solo queda el futuro que nos espera.
Lo cierto es que aun espero olvidar muchas cosas, pero con el tiempo me di cuenta de que esos errores, ese pasado doloroso, es el que nos hace ser quienes somos en el futuro, aprender de errores es dificil, casi tanto como tocar el piano o cocinar esos platos que los chefs más famosos sacan por televisión.
Si tengo que ser sincera, solo hay dos cosas que entiendo de la vida y de las que puedo considerarme una experta, y son: El amor y el desamor.
La primera de ellas, es un sentimiento, una sensación e incluso, un estilo de vida que la mayoría de la gente desea que sea permanente o simplemente, pasajero.
La segunda es un dolor, un sentimientos devastador que el resto prefiere evitar.
Lo cierto es que el segundo no existiría sin el primero, y los nuevos amores no existirían sin el segundo, por lo que debemos sufrir para encontrar al apropiado.
Que aunque se sienta morir, todos, absolutamente todos los que entran y salen de nuestra vida, solo hacen más llevadera la espera del indicado

A los que aman (buscando la pregunta a una respuesta que no conozco)

Dicen que a través de las palabras, el dolor se hace más tangible. Que podemos mirarlo como a una criatura oscura. Tanto más ajena a nosotros cuanto más cerca la sentimos. Si uno de estos pequeños granitos enferma, el resto del organismo enferma también. Pero yo siempre he creído que el dolor que no encuentra palabras para ser expresado es el más cruel, más hondo… el más injusto. Pasé mi vida amando a una mujer que amaba a otro que no la amaba sino que amaba a otra de la que nunca supo si la correspondía. Era un tiempo en el que miraba al futuro con más esperanza que miedo.




¿Crees que el amor es una enfermedad incurable?

viernes, 15 de abril de 2011

El futuro

¿Alguna vez has sentido esa felicidad incandescente que te proporciona un abrazo? ¿Esa risa absurda que te causa un beso?
Si no lo has sentido, quizás es que no es, o no era el indicado.
Que no me refiero a la tipica persona que te gusta, hablo de esa con la que ves tu futuro, lo días de mañana.
Sé que pensarás que en esas cosas no se piensa a cierta edad pero, dejame decirte antes de que digas nada, que yo nunca pensé en casarme, ¡Ni muerta!, solía decir...
Siempre pensé que me cogería un piso con mis amigas y viviría allí hasta tener un novio con el que compartir mi propio piso, pero nunca casarme...
¿Y ahora? Cuando él se arrodilló aquella noche en el mirador y me pidio casarme, no pude decir que no...
Y ahora no imagino mis días sin él...

miércoles, 13 de abril de 2011

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Aquella noche sentía más que nunca su ausencia. Volvía a perderse por las calles, sin rumbo, sin un lugar fijo acabó en un parque que estaba completamente a oscuras, las farolas habían sido rotas y al mirarlas, rompió a llorar.
Recordó aquel día en aquel mismo parque, recordó la discursión y como consiguió volver a hacerla sonreir.
"- Vale... vamos a dejarlo por favor... no quiero seguir discutiendo... - Suspiró largamente mientas la miraba, estaba llorando.
- ...
- ¿Que quieres hacer? 
- ¿Por qué siempre tengo que ser yo la que elija que hacer? - Sonaba bastante fria aunque no era su intención.
- Muy bien... Hoy nos quedaremos aqui mirando las estrellas. Un plan romantico, ¿Verdad? - Sonrió como si se le hubiese ocurrido el mejor plan del mundo.
- ¿Estas loco? Desde aqui no se ven las estrellas, hay demasiadas farolas...
 Entonces cogió un par de piedras tan grandes como su puño y se lió a pedradas con cada farola hasta acabar a oscuras mientrás que ella le miraba como si se hubiese vuelto loco. Cuando terminó, se acercó a ella y la besó.
- Si tú quieres ver las estrellas dimelo, porque acabaré a pedradas con todas las farolas de la ciudad si es preciso, porque te quiero.
- Estas loco - dijo mientras sonreía y se acercaba para besarle.
- Si, estoy loco por ti, dime que quieres estrellas y vuelco el cielo entero esta noche solo para ti. "

Miró a las estrellas mientras lloraba, él nunca la dijo que un día sería una de ellas y la dejaría sola.

 

El amor

Una vez leí que enamorarse es un acto reflejo, algo que no se puede aprender ni controlar, como el respirar.
Lo cierto es que no es así, al menos por mi parte. Yo he tenído que aprender a querer a alguien que no sabe lo que es estar en pareja, he tenido que enseñar día tras día lo que es tener a alguien que se preocupa por ti, que te quiere. A un hombre que en el amor, es como un niño de 5 años aprendiendo a montar en bicicleta.
He aprendido que no vale discutir ni pagarla con alguien que te quiere, he aprendido a que ya no soy una y que lo que a mi no me hace daño a él puede que si y viceversa. He aprendido a no guardarme secretos ni miedos, a desahogarme sabiendo que después de ello habrá unos brazos que me sostengan. He aprendido que me gusta deslizarme en sus sabanas sin dejar de temblar, que en los mejores recuerdos que tengo con él, tenía miedo.
Qué cuando te enamoras, da igual la experiencia que tengas en ese terreno, porque sentirás el mismo miedo y las mismas ansias que una niña de 6 años cuando estrena un vestido nuevo el día de su cumpleaños.

martes, 12 de abril de 2011

miedos

Aquella noche se volvió a despertar sobresaltada, otra pesadilla que se filtraba por su cerebro de manera inconsciente.
Las vacaciones de semana santa estaban por llegar y desde hacía varias noches soñaba con lo mismo.
Ellos dos siempre habían sido diferentes, quizás por eso desde que se conocieron supieron que debían estar juntos, eran la otra cara de la moneda, se amaban, pero cuando los amigos de él estaban en medio, ella se convertía en un ser invisible, un fantasma, y eso la atormentaba.
Soñó con las vacaciones de semana santa, con ellos de vacaciones y que él, se encontraba con una amiga y en días, ella se quedaba sola. Hasta que alguien la salvaba de la soledad.
Era un desconocido, pero la entendía.
Se despertaba cada noche sobresaltada, no quería a nadie, no necesitaba a nadie más, pero no se despertaba sin antes oir de su boca:

- Somos demasiado diferentes... Tú juega con tus amigos... que yo jugaré con los mios...

Y es que dicen, que cuando te obsesionas con ciertas cosas, acabas soñando con ellas y que lo mejor es pasarlas cuanto antes, para poder seguir viviendo...
Pero nadie sabe el miedo que tiene ella de verse sola otra vez...

lunes, 11 de abril de 2011

El poder de las palabras

Nadie realmente sabe cuan grande es el poder de las palabras, y si lo supieran, quizás entenderían porque ella se curó.
Paso demasiado tiempo entre la sombra de un amor que nunca debío empezar, tanto tiempo que se olvidó de ser ella misma, se olvido de reir de corazón y de sonreír sin motivo.
Hasta que apareció él, un desconocido que hablaba de palabras, de sentimientos, de recuerdos malos que albergaba en su corazón y lo más curioso, hablaba de él mismo, de no sentir absolutamente nada y de ser incapaz de enamorarse.
Lo bueno de hablar con un desconocido, es que puede hacer dos cosas: Inventarte la historia de tu vida, o desahogarte hablando de la verdadera.
Ella elegió la segunda opción, se desahogó y descubrió, lo bien que se siente una cuando suelta todo lo que lleva dentro para seguir viviendo...
Nadie entendió como se había enamorado un chico sin sentimientos y ella, no entendian como se habian enamorado sin verse, solo con palabras, incluso intentaron oponerse...
Decían que al verse se darían cuenta de que no eran lo que esperaban, y que quizás ahí acabaría todo, pero cuando se vieron, supieron que eso no había hecho más que empezar...
Por que ya se sabe... hay veces que una bala perdida encuentra un corazón dónde quedarse.

domingo, 10 de abril de 2011

Perdida

Ella siempre miró con miedo a las demás mujeres cuando se acercaban a él, aunque fueran simples amigas o incluso aunque esas mujeres tuviesen parejas.
Si, quizás tuviese un miedo atroz y eso la hacía ponerse celosa en cualquier situcación, sentirse mal e incluso pagarla con él.
Siempre la decían que cuando dos personas se quieren, tienen que confiar el uno en el otro porque si no hay confianza, no hay nada.
Pero ella confiaba en él, en quién no confiaba, era en ella misma. Se pasó la vida sabiendo que tenía que hacer para ser la mejor hija y tener a sus padres felices, para ser la mejor estudiante y que sus profesores la adoraran, la mejor hermana y que sus hermanos la quisieran, incluso la mejor novia para conseguir el amor de cualquier hombre... Y ahora, la tocaba ser la chica perfecta para el chico perfecto.
Y por una vez, se sentía perdida.

un beso...

Aquella noche la luz de las farolas de la calle entraban por la ventana e iluminaban la habitación mientrás ella dormía. Estaba más hermosa que nunca y él no podía dejar de mirarla. Miles de pensamientos pasaron por su cabeza en ese momento, ¿Qué estaría soñando?, ¿Sería tan feliz como él?. Se habían pasado la noche paseando por la playa y hablando de de ellos mismos, se había contado secretos, confesiones, y momentos embarazosos que había experimentado hasta que finalmente, habían acabado sentados en la playa mirando la luna, en silencio, y finalmente, un beso.
Había sido ella quién le había besado, y es que desde que empezaron a salir, él nunca se había atrevido a ser el primero en besarla por miedo a que se desvaneciera en la nada. La veía tan frágil, tan perfecta, que pensaba que el simple roce de un ser tan imperfecto como él, la haría romperse en añicos, pero esa noche ella le había encarado:

- Miguel, que no me voy a romper, ni me voy a desvanecer, ni me voy a ir a ninguna parte. Que siempre me gustaron los chicos atrevidos y no que tengo que hacerlo yo todo primero.

- Jo, es que... me da vergüenza...

Ella se había levantado para irse después de un largo suspiro, pero él se levantó de golpe y la besó. Fue un beso algo torpe y nervioso, pero así era él, torpe en los asuntos del amor...

miércoles, 30 de marzo de 2011

André Aciman, Llamame por tu nombre

- Así que eso eras tú.

Tardé un instante en comprender que se refería a la composición de Beethoven.

- Supongo que sí, era yo.

Pero soné a confesión de horas antes sin pensar de la que ahora pretendiera retractarme.

- Bien, la próxima vez te tocaré algunas zarabandas al piano. Son totalmente yo.

- ¿De qué estás hablando?

- Las zarabandas son rápidas y lentas. Alguien dijo una vez que se bailan dando dos pasos adelante y tres atrás... Es la historia de mi vida...

nostros...

Que lo más dificil quizás, sea encontrarnos iguales en algo, por muy pequeño que sea.
Que desde que te conozcí, tu siempre fuiste palabras bellas, textos abrumadores y yo una simple mirada, un silencio furtivo y salvaje.
Que desde que te conocí siempre fuiste el negro, el gris de la vida y acostumbrabas a verlo todo así, y yo un arcoiris danzante bajo el fino manto de luz que el sol me regalaba despues de una lluvia intensa.
Que Siempre fuiste ese chico desapercibido que se escondía bajo una capucha y una ropa algo desaliniada y poco cuidada y yo esa chica de vestidos extravagantes, tacones de infarto y un maquillaje perfectamente dado.
Que siempre fuiste un anciano que esperaba la muerte para dejar todo lo malo atrás, olvidandote de todo y yo una niña que recien salía de una burbuja y empezaba a ver el mundo tal cual era.
Que siempre fuiste un alocado que solo vivia para sus amigos y yo, aquella niña enamorada que vivia por y para el amor.
Que siempre fuiste un poeta de versos complicados, de prosas largas y contundentes y yo, una poesía mal hecha y de versos libres, una prosa cinica y alg esceptica.
Que siempre fuiste la noche más oscura y sin luna y yo la luz del día claro, la luna de tus noches.
Que siempre fuiste un alma melancolica y torturada y yo una feliciana con sonrisas para todos.

Y a pesar de todo, siempre fuimos lo que le faltaba al otro, la otra cara de la moneda.
Siempre tuya
Siempre mio
Siempre nuestros...

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- Estoy cansado de ti, de tus tonterías de niña pequeña, se acabo, esto que nunca hemos tenido se acabo... ¡Estoy harto de quererte y no ser correspodido!
Se giró para marcharse, pero ella lo agarró del brazo.
- Te quiero...
La miro sin creerse todavía lo que había escuchado.
- ¿Qué?
- Lo que has oido, que te quiero... y por favor no me hagas volverlo a repetir.
- Tú no quieres a nadie que no seas tu misma.

Después de tanto tiempo detrás de ella, de perdonarla sus rabietas, sus enfados sin sentido. Después de tantas noches en vela con el corazón en un puño, esperando, solo esperando.
Tanto tiempo diciendola lo mucho que la amaba y suplicandola siempre, un simple "te quiero" que le hiciese albergar esperanzas, y ahora, cuando todo se acababa, por fin escuchaba esas dos palabras.
- Te quiero, siempre te he querido...
- Pero...
- No, por favor no digas nada, ahora dejame hablar a mi. Llevo toda mi vida con hombres que me han hecho sufrir, llorar y sentirme sin ganas de vivir, pero entonces llegaste tú, con tu dulzura y tu amor... Y pensé que si quería conservarte, debería ser más dura, hacerme la dificil. Pero no me di cuenta de que no eres como los demás.
- ...
- Será mejor que me marche...

Y fue entonces cuando la besó, olvidandose de todo, la beso...
Volvió a maquillarse las lágrimas de la noche anterior, a esconder su pudor bajo el vestido ajustado de Gucci, a calzar sus Manolo Blahnik y a bañarse en la colonia de Chanel.
Que los golpes de la vida no habían sido tantos ni tan fuertes si aun podía recordar todos y cada uno de ellos, si aun se mantenía en pie con esa sonrisa dibujada permanentemente mientras se despertaba al lado del hombre que un día la hizo desgraciada.
Estaba cansada, harta, y por una vez se atrevió ella a decir las palabras mágicas:
- Se acabó.
Se rió nerviosamente mientrás cogía su bolso y dedicaba una última mirada a aquel hombre al que ya no reconocía.
Llego a casa a tropicones, tambaleandose por las escaleras hasta llegar al tercer piso, abrió la puerta con calma, nada, dentro reinaba el silencio que iba produciendo en ella una calma nueva y desconocida a medida que se acercaba a la ducha. Dentro, el agua acalló los gritos ahogados de su alma mientrás lloraba lágrimas que limpiaban su espiritu.
Cuando salió de la ducha supo que sus temores se habían marchado por el desague, era una nueva mujer.
Y nunca más miró atrás..

Días de ausencia

Llevaba días intentando distraer su cabeza y su espiritu con libros y todo tipo de literatura, hacía días que se había marchado, alejandose de ella.
El amor podía ser algo bonito, algo asombrosamente maravilloso, pero solo cuando estaban juntos, cuando el simple roce de sus cuerpos al abrazarse la ponía los pelos de punta.
Quizás había sido una semana algo extraña, besos largos y con amor que nunca antes se habían dado, caricias en sitios que jamás habían tocado.
Se hicieron el amor varias noches con necesidad, como si eso los ayudase a aguantar un día más hasta volverse a ver, hasta volver a sentir que el mundo da vueltas mientras ella y él se abrazan.
Pero no era así, cada segundo que pasaba, lo necesitaba más cerca.

Ahora o nunca

A pesar de ser hora punta, el metro iba más silencioso que de costumbre, parecían contener el aire para no interrumpir a los dos enamorados del fondo del vagón.

- ¡Oh venga! si sabes que antes de que te des cuenta volveré a estar aquí...
- No, antes de que me de cuenta no, ¿Sabes por qué? Porque no te vas a ir...
- ¿Por qué estas tan segura?
- Tú solo haz una cosa, dame mi beso de pelicula antes de irte...
Sonrió con cierta picardía mientras le besaba con dulzura. Había sido un fin de semana genial y no quería que se marchase, pero sabía que debía hacerlo.
Cuando llegaron al aeropuerto tuvieron que salir corriendo, apenas quedaban unos minutos para que se cerraran las puertas y si no se daban prisa perdería el avión. Llegaron a la puerta de embarque, pero no había tiempo para besos de pelicula.
- Lo siento - La dijo mientras la besaba rapidamente y pasaba los controles del equipaje de mano.
Ella se quedó allí, esperando, pero cuanto más le veía alejarse sabía que no volvería a verlo en mucho tiempo.
Se dió por vencida y camino hacia el metro nuevamente con la cabeza gacha y tragando saliva para intentar deshacer el nundo de la garganta mientras se limpiaba torpemente las lágrimas.
Su móvil comenzó a sonar, conocía esa melodía.
- ¿Si? - Quería aparentar estar bien, tranquila, pero su voz parecía quebrada.
- ¿Donde estas?
- En la entrada del metro, ¿Por?
- No he cogido el avión... Tenías razón, no me voy... 

Ella

Ella nunca fue la más lista de la clase ni la más guapa. A menudo tendía a esconderse bajo un monton de capas de ropa, se avergonzaba de ella misma, tenía complejos, pero aun así sacaba sonrisas para la gente que le importaba.
Ella siempre fue alocada e intranquila, a menudo la encontrabas subida en sitios altos para disfrutar de las vistas, no tenía miedo.
Ella era solitaria, a menudo algo rara. La gustaba escribir lo que sentía en sus viejos cuadernos y pasarse el día encerrada en una carcel de papel, en un libro tras otro que la sacaba de la realidad.
Ella intentaba hablar como el resto de los niños, pero cuando se encerraba en su cuarto, comenzaba un duelo de palabras con su amor invisible, hablaba de sentimientos con tan corta edad, de lugares que nunca había visto, hablaba de poesía, pero, sobre todo, hablaba de amor.
Ella era, es, y sigue siendo, la chica que escribe estas lineas.