viernes, 10 de febrero de 2012

A ti, campeón

Me llaman Despertar y tengo 20 años. Soy fotógrafa, pintora, dibujante, escritora y tengo algo de periodista. Pero no es de mi de quien quería hablar, si no de la persona que más admiro. Dani.
Hoy, mientras miraba el periódico local, durante mi desayuno matutino, me encontré con la noticia de que Lara Martín, campeona de kick boxing de España dos años consecutivos, iba a ir a Europa a conseguir el titulo y me ha dado rabia.
No es que no tenga talento o no se merezca los títulos y estar dónde está, es más bien que ese chico, Dani, merece estar mucho más.
Le admiro porque empezó en Kick Boxing cuando nadie apostaba nada por ese deporte, porque todo el mundo empezó a interesarse por ese muchacho, porque llego muy alto, campeón de Castilla la Mancha y Subcampeón de España. Le admiro porque le he visto levantarse día tras día temprano, hacer dietas para estar en su peso de campeonato, le he visto entrenar, golpear, le he visto sangrar, lesionarse y recuperarse. Le he visto en lo más alto y para mi siempre estará en lo más alto.
Me da rabia porque cuando estaba en lo más alto, tuvo que dejarlo por la crisis, meterse al único oficio en el que aun no había crisis, el ejercito. Dejar todo su mundo para trabajar.
Le he visto volver y ver como todos en ese gimnasio donde se hizo leyenda, todos, absolutamente todos, le daban la espalda y donde el solo, entrenaba en un rincón mientras veía como el resto lo hacía por pareja.
Sé que él también a leído la noticia en la prensa, y habrá sonreído amargamente y habrá susurrado que enhorabuena a Lara, pero dentro suyo, estará recordando todos aquellos campeonatos en los que su música de introducción sonaba, recordará como decían: DANIEL CHEN, y recordará cuando el arbitro levantaba su mano en señal de victoria, si, siempre recordaré eso, y recordaré como escuchaba a los niños pequeños decirme que querían ser como él, porque siempre estaré orgullosa de ti, lo sabes, para mi ya eres un autentico campeón y ni los trofeos ni las medallas me lo demuestran, eso lo hace tu empeño, tu esfuerzo, tú.
Estoy y estaré siempre orgullosa de ti, hermano.

Daniel Martín Chen, Subcampeón de España.

domingo, 5 de febrero de 2012

Enamorarse

Hoy me he despertado pensando en los sueños, en lo que soñamos desde niños y como van cambiando cuando nos hacemos mayores.
Cuando era pequeña no sabía lo que era soñar con algo o querer ser algo, solía coger los sueños de mis amigas y hacerlos míos. Cuando una de ellas decía que quería ser veterinaria, yo me pasaba meses diciendo que yo quería ser veterinaria, y así siempre.
Cuando crecimos y empezamos en la edad esa que llaman "el pavo", las chicas de mi alrededor empezaban a decir que les gustaba tal o cual chico, y yo por no sentirme rara, hacía lo mismo. Siempre dije que me gustaba el mismo chico que mis amigas.
Hasta que crecí, fue esa época de querer redescubrirme, querer ver quien soy en realidad y lo que quiero. Creo que fue la época en la que me gustaba experimentar con los hombres, siempre sin que nadie supiera lo que había pasado y empecé a darme cuenta de que me costaba mucho querer  la gente, enamorarme, pues, no sabía lo que era el amor realmente... quien lo sabe cuando a fingido toda la vida estar enamorada solo por que el resto lo estaba.
He llorado por hombres, les he dicho que los amo, y he hecho cosas imposibles por ellos.
Incluso yo, ha mi corta edad, me he atrevido a llamarme experta en el amor y desamor. Y ahora, después de enamorarme de verdad por primera vez... me he dado cuenta que lo único que sé es seducir a los hombres, conquistarlos, pero, que pasa cuando alguien se da cuenta, cuando te dice que no corras, que disfrutes del momento, cuando con un beso te despierta los cinco sentidos, cuando escuchar que te ama es más importante que cualquier otra cosa.
¿Qué pasa cuando sientes una felicidad blanca, pura, plena y total? Y de repente, te coge la mano... y todo da vueltas tan rápido que parece que te vas a caer, pero, el te tiene cogida y sabes que nunca te va a soltar.

Eso es de verdad el amor

¿Y tu, tienes algún sueño que cumplir?

Se sentaron en la hierba mientras él la observaba de reojo. Desde que la conocía siempre le había gustado su perfil, lo había repasado cientos de veces, esas pequeñas pecas que se dibujaban como pequeños frutos de un campo blanco que era su rostro. Esa naricilla que apenas se asomaba más de dos centímetros de su cara y que solía rascarse cuando estaba nerviosa, y esos labios, tan carnosos y pequeños por los que habría dado todo aquello que tenía en ese momentos. Esos ojos... esos que siempre parecían estar tristes por mucho que ella sonriese.
- ¿Alguna vez has tenido un sueño?

Su voz era dulce, tanto que a veces se olvidaba de responder embriagado por el tono de su voz.
- Sam, ¿Alguna vez has tenido un sueño?

Pensó largo rato pero por fin respondió:
- Cuando era pequeño, soñaba con ser ingeniero de robots

Ella sonrió y se apoyo en su hombro, esto hizo que él se pusiera rígido y evitara moverse para que ella no se quitara.
- ¿Sabes? Yo solía soñar contigo, aunque no te conocía... por eso cuando te vi la primera vez, fue como si ya te conociera... Sam, tu eres mi sueño hecho realidad.
Y le besó, por primera vez noto el tacto suave de esos labios que solía observar.
- Vera, yo había soñado con este beso desde que te conocí...