Se sentaron en la hierba mientras él la observaba de reojo. Desde que la conocía siempre le había gustado su perfil, lo había repasado cientos de veces, esas pequeñas pecas que se dibujaban como pequeños frutos de un campo blanco que era su rostro. Esa naricilla que apenas se asomaba más de dos centímetros de su cara y que solía rascarse cuando estaba nerviosa, y esos labios, tan carnosos y pequeños por los que habría dado todo aquello que tenía en ese momentos. Esos ojos... esos que siempre parecían estar tristes por mucho que ella sonriese.
- ¿Alguna vez has tenido un sueño?
Su voz era dulce, tanto que a veces se olvidaba de responder embriagado por el tono de su voz.
- Sam, ¿Alguna vez has tenido un sueño?
Pensó largo rato pero por fin respondió:
- Cuando era pequeño, soñaba con ser ingeniero de robots
Ella sonrió y se apoyo en su hombro, esto hizo que él se pusiera rígido y evitara moverse para que ella no se quitara.
- ¿Sabes? Yo solía soñar contigo, aunque no te conocía... por eso cuando te vi la primera vez, fue como si ya te conociera... Sam, tu eres mi sueño hecho realidad.
Y le besó, por primera vez noto el tacto suave de esos labios que solía observar.
- Vera, yo había soñado con este beso desde que te conocí...
Dulce, tierno y bonito... seguramente, igual q ese beso. Un saludo desde La Sonrisa Del Durmiente
ResponderEliminar