lunes, 21 de enero de 2013

Volver a casa

Resulta curioso como aunque nos vayamos lejos, aunque estemos ausentes durante mucho tiempo en la vida que teníamos antes de que decidiéramos cambiarla, nada cambia, miras a tu alrededor y todo sigue exactamente igual, las mismas palabras, la misma gente, las mismas discusiones, los mismos olores, las mismas miradas, el mismo cariño de los padres, el mismo pasotismo de los hermanos, las mismas bromas, la misma casa, el mismo frió infernal, nada cambia.
Es en ese preciso e insignificante instante en el que te das cuenta de que eres tú la que has cambiado, ya no eres la misma, y todo lo que has hecho hasta volver ahí, ha repercutido de una manera o de otra, y sabes que a partir de ese momento, ya no encajarás en ese lugar, en eso a lo que tú antes llamabas vida.
Quizás sea algo irónico que lo único que queda en esa casa, todos los recuerdos que acumulaste desde que eras niña, entre en una caja de cartón que tu madre guarda en el sótano quizás como testigo de que ha tenido una hija, aunque no pueda demostrar su presencia.

Lo más triste es, quizás, que los objetos que guardamos en el camino no pueden hablar y contar su historia, contar porque un día fueron tan especiales como para que alguien pensara que eran lo suficientemente valiosos como para guardarlos. Lo cierto, es que de alguna manera, esos objetos son como nosotros, cada vez más viejos, cada vez más desgastados del tiempo y el uso, y al final acabamos igual, abandonados a nuestra suerte en un rincón mientras nosotros intentamos contar nuestra historia, contar porque somos o fuimos importantes para alguien hasta el punto casi de pertenecerle, hasta el punto de dar nuestra existencia por y para él, hasta el punto de acabar en una caja, tal vez de roble sin que apenas unos poco sean conscientes del valor y el significado que a dado nuestra existencia.

2 comentarios:

  1. Interesante espacio el tuyo,
    si te gusta la poesia te invito a mis blogs.
    que tengas una buena semana.
    saludos.

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  2. Tienes una sensibilidad especial:)me gusta leerte porque tus escritos siempre "suenan" sinceros y sacados dedentro. Saludos.

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